Es un método de inspección no destructiva que detecta discontinuidades o defectos abiertos a la superficie de los materiales.
La prueba consiste en la aplicación de un líquido que penetra en los poros o grietas de los materiales. Posteriormente se aplica un líquido revelador que resalta la presencia de los poros y grietas para determinar forma y tamaño de las indicaciones o defectos los cuales se analizan posteriormente por técnicos especializados.